Lo cierto es que yo me lo paso "pipa" vistiendo a la dulce e inocente Kitty y en cualquier caso, creo que le va muy bien vestirse de mala alguna vez... ¿no?
Yo soy de las que piensa que los límites se los pone una misma, y como me encantan los retos, me propuse que la tarta fuera glamourosa al mismo tiempo que guardara el estilo propio de Draculaura...
Y aquí está el resultado... ¿os gusta? Si os soy sincera, a mí sí, y mucho!
Espero que a vosotr@s también ;-)
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